jueves, 15 de septiembre de 2016

Al paso de ocho años y cubiertas las necesidades básicas de gran parte de la población,

CERAO proyecto del pueblo trabajador

Las múltiples reacciones que ha generado la entrega de 200 hectáreas de los terrenos denominados Tlateles al gobierno municipal de Chimalhuacán, unas a favor y otras en contra, deben plantearse desde la perspectiva de que es el resultado del trabajo y gestión organizada entre pueblo y autoridades del Nuevo Chimalhuacán.

Sumido en la pobreza y la marginación, en el año 2000, las autoridades del Nuevo Chimalhuacán, encabezadas por el entonces presidente municipal Jesús Tolentino Román Bojórquez, comenzaron la construcción de obras de infraestructura urbana y dotación de servicios básicos como electrificación, alumbrado público, drenaje, agua potable y pavimento.

Al paso de ocho años y cubiertas las necesidades básicas de gran parte de la población, el gobierno de continuidad del Nuevo Chimalhuacán se planteó la meta de brindar empleo, más educación y deporte a los habitantes de este otrora municipio más marginado del país. Fue entonces cuando surgió el proyecto del Centro Estratégico de Recuperación Ambiental del Oriente (CERAO).

Científicos, investigadores, ambientalistas, alumnos y los habitantes de Chimalhuacán iniciaron las gestiones y desarrollaron los estudios que sustentaran y avalaran el proyecto más grande y sostenible de la zona oriente del estado mexiquense con un complejo educativo, deportivo y tecnológico.

Múltiples luchas se han librado para la consolidación del CERAO, antes de la entrega que realizó el gobierno federal al municipal, hubo gestiones que enarbolaron pueblo y autoridades de Chimalhuacán, entre ellas: que a los pequeños propietarios de Los Tlateles se les indemnizara conforme a derecho por sus tierras.

Fue en septiembre de 2013, cuando el entonces alcalde de Chimalhuacán, Telésforo García Carreón, se solidarizó con los pequeños propietarios quienes se sentían burlados por las autoridades estatales debido a que se negaban a pagar 350 pesos por metro cuadrado de alrededor de 30 hectáreas.

La lucha por un pago justo para los comuneros sigue siendo una prioridad para la autoridad municipal, esta vez encabezada por la alcaldesa Rosalba Pineda Ramírez, quien puso a disposición un grupo de abogados para brindarles asesoría legal gratuita y resolver favorablemente su situación respetando sus derechos humanos.

Asimismo, los gobiernos municipales, unidos con el pueblo, lograron la construcción de puentes peatonales que comunican al municipio con los predios de Los Tlateles al igual que la gasa que conectan al Circuito Exterior Mexiquense (CEM).

Cabe destacar que el acceso del municipio de Chimalhuacán al CEM (que colinda con las 200 hectáreas de los Tlatleles del CERAO) es gratuito, contrario a otros municipios Nezahualcóyotl, Texcoco, Chalco, Ixtapaluca y  Ecatepec, por ejemplo; lo cual es resultado una vez más de la lucha entre el pueblo y gobierno del Nuevo Chimalhuacán.

En resumen, la entrega de 200 hectáreas de los terrenos Los Tlateles, ubicados en la avenida Bordo de Xochiaca, se debe a las gestiones que han realizado las autoridades del Nuevo Chimalhuacán ante su similar estatal, federal y el sector empresarial.

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