Por
Luiz Meisler, vicepresidente ejecutivo de Oracle para América Latina
La
computación en la nube ya es una realidad en América Latina, y las proyecciones
para los próximos años dicen que cada vez más empresas en la región apostarán a
esta tecnología para mantenerse competitivas. Para los ejecutivos de la región,
no cabe duda de que los beneficios financieros y operacionales de los modelos
más comentados de la actualidad representan, no sólo a una economía con la
infraestructura de TI, sino también una manera de repensar todo el modelo de
negocios y los caminos para el futuro.
América
Latina camina actualmente hacia un momento del cual ya hemos sido testigos en
mercados más maduros: la nube deja de ser el foco del CIO y pasa a formar parte
del día a día de todos los que toman decisiones y que enfrentan el desafío de
incrementar la agilidad de sus áreas de negocios.
La
nube ha revolucionado sectores que van mucho más allá de TI: las áreas de
recursos humanos, por ejemplo, aprendieron cómo centralizar sus procesos
globales de gestión y mejorar la colaboración y la comunicación entre personas,
departamentos y unidades; las áreas de marketing están descubriendo un nuevo
mundo para las investigaciones, las percepciones y la inteligencia de mercado;
las áreas de operaciones y las financieras están facilitando –y, en algunas
situaciones, automatizando– procesos históricamente complejos y que demandaban
altas cargas de trabajo, ganando agilidad y eficacia.
Los
CHROs, CMOs, CFOs, COOs (director de recursos humanos, de marketing, de
finanzas, de operaciones), y todos los demás «Cs», se encuentran en una
encrucijada: o aprenden a administrar sus departamentos con la ayuda de la nube
o corren el riesgo de perder competitividad. Esto incluye comprender los
diferentes tipos de servicios disponibles, entendiendo también cómo cada uno de
ellos se transforma en un diferencial de mercado, independiente del porte o
sector de la empresa. El segundo paso, será el de encontrar un proveedor de
tecnología capaz de funcionar como un consultor altamente especializado, que
observe los negocios de manera estratégica y que sea capaz de ofrecer no sólo
un producto o solución, sino una nueva forma de pensar la gestión de la empresa
y transformarla en una organización más moderna.
En
este nuevo salto de la evolución, o mejor, de innovación de negocios, el
director de informática y sistemas (CIO, por sus siglas en inglés), no deja de
destacarse, pero asume un rol un poco diferente: el de ayudar a los demás «Cs»
a tomar decisiones acertadas y a que alcancen el retorno de inversión deseado
sin poner en riesgo las operaciones, asegurando la continuidad de los negocios,
la interoperabilidad de las aplicaciones, el abastecimiento correcto de
recursos y la alta disponibilidad de informaciones esenciales, inclusive en un
ambiente de alta movilidad, con ejecutivos trabajando en sincronía alrededor
del planeta, y accediendo a la misma base de datos.
La
adopción de la nube se ha mostrado especialmente atractiva para el mercado
latinoamericano en tiempos de economía volátil y ambiente desafiante. La nube
permite flexibilizar la infraestructura de TI y la adopción de otro modelo
conocido como «Plataforma como Servicios» (PaaS, por sus siglas en inglés), que
permite a las empresas desarrollar aplicaciones en un ambiente seguro. Todo el
panorama de innovación tecnológica con la nube realmente lleva a los «Cs» a un
nuevo nivel: con soluciones simples, seguras y ágiles, ellos pueden dedicar
tiempo y recursos para cumplir las metas de sus planes estratégicos y, mejor
aún, dar más atención a sus clientes y consumidores.
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